El Romanticismo y el Realismo son dos corrientes literarias y artísticas que surgieron en el siglo XIX, marcando una transición en la forma de abordar la representación de la realidad y la expresión artística.
Antes de pasar al cuadro comparativo del Romanticismo y Realismo, repasemos sus características.
Características del Romanticismo y Realismo
El Romanticismo, caracterizado por la exaltación de la emoción, la individualidad y la naturaleza, surge como una respuesta a las restricciones del Neoclasicismo. Los románticos buscaban la libertad creativa y se inspiraban en la imaginación, los sentimientos intensos y la nostalgia por un pasado idealizado.
Este movimiento influyó en la literatura, la pintura y la música, destacando obras como «Los miserables» de Victor Hugo y la música de Ludwig van Beethoven.
Por otro lado, el Realismo surge como una reacción al idealismo romántico, buscando representar la realidad de manera objetiva y detallada. Los realistas se enfocan en la observación precisa de la sociedad, mostrando la vida cotidiana, las clases sociales y los aspectos menos idealizados de la existencia.
Novelas como «Madame Bovary» de Gustave Flaubert y «Crimen y castigo» de Fiódor Dostoievski son ejemplos destacados de esta corriente.
En el Romanticismo, la subjetividad y la fantasía son clave, y se valora la expresión personal y la creatividad desbordante. Los autores románticos a menudo exploran temas como el amor apasionado, la rebeldía contra las normas sociales y la conexión con la naturaleza como fuente de inspiración.
En contraste, el Realismo se centra en la representación fidedigna de la realidad, con un énfasis en la observación objetiva y la descripción detallada. Los realistas buscan abordar temas sociales, políticos y económicos, y suelen retratar la vida ordinaria de manera precisa, sin idealizaciones ni exageraciones.