Lamarck y Darwin son dos figuras clave en la historia de la biología, conocidos por sus teorías sobre la evolución, aunque con enfoques diferentes.
Antes de pasar al cuadro comparativo de Lamarck y Darwin, repasemos sus características.
Características de Lamarck y Darwin
Jean-Baptiste Lamarck fue un biólogo francés del siglo XIX, conocido por desarrollar la teoría de la herencia de los caracteres adquiridos. Según Lamarck, los organismos evolucionan a lo largo del tiempo a través de la adquisición de características durante su vida, y estas características se transmiten a la siguiente generación.
Propuso que el uso o desuso de órganos afecta su desarrollo, y estos cambios se heredan. Un ejemplo clásico es la idea de que el cuello largo de las jirafas se desarrolló porque sus antepasados estiraban sus cuellos para alcanzar las hojas altas de los árboles.
Sin embargo, la teoría de Lamarck ha sido en gran medida desacreditada. La evidencia acumulada a lo largo del tiempo respalda más la teoría de la selección natural de Darwin, pero las contribuciones de Lamarck a la evolución son reconocidas como un paso inicial en la comprensión de estos procesos.
Charles Darwin, un naturalista británico del siglo XIX, es famoso por su teoría de la selección natural, presentada en su obra «El Origen de las Especies» (1859).
Darwin propuso que las especies evolucionan a lo largo del tiempo a través de un proceso de selección natural, donde aquellos individuos mejor adaptados a su entorno tienen más probabilidades de sobrevivir y reproducirse, transmitiendo sus características hereditarias a la siguiente generación.
La clave de la teoría de Darwin es la variabilidad inherente en las poblaciones y la competencia por recursos limitados. Aquellos organismos con variaciones beneficiosas tienen una ventaja selectiva, lo que lleva a la acumulación de características adaptativas a lo largo de las generaciones. A diferencia de Lamarck, Darwin no postuló cambios directos en respuesta al uso o desuso de órganos.