El Paleolítico y el Neolítico fueron dos periodos prehistóricos que marcaron hitos significativos en la evolución humana.
Antes de pasar al cuadro comparativo del Paleolítico y Neolítico, repasemos sus características.
Características del Paleolítico y Neolítico
Durante el Paleolítico, que abarcó aproximadamente desde 2.5 millones de años atrás hasta 10,000 a.C., los seres humanos primitivos eran cazadores-recolectores nómadas que dependían de la caza, la pesca y la recolección de alimentos silvestres para sobrevivir.
Las herramientas eran rudimentarias, principalmente hechas de piedra, hueso y madera. La vida en pequeñas comunidades promovía una estructura social simple, centrada en la supervivencia diaria y la cooperación entre los individuos.
La adopción del fuego no solo proporcionó calor y protección, sino que también permitió la preparación de alimentos, un paso crucial en la evolución humana.
El Neolítico, que comenzó alrededor de 10,000 a.C., marcó la transición hacia la agricultura y la domesticación de animales. Las comunidades sedentarias florecieron con el desarrollo de la agricultura, cultivando alimentos como trigo y cebada, y criando animales como cabras y ovejas.
Esta revolución agrícola transformó la vida humana, ya que las poblaciones comenzaron a establecer asentamientos más permanentes.
Con el surgimiento de la agricultura, se desarrollaron herramientas más avanzadas, como arados y molinos de mano, lo que facilitó la producción de alimentos a mayor escala. Esta nueva forma de vida condujo al crecimiento de poblaciones más grandes, el desarrollo de estructuras sociales más complejas y la especialización de roles.
La domesticación de animales también proporcionó recursos como carne, leche y pieles, contribuyendo a la estabilidad y desarrollo de las comunidades neolíticas.